sábado, 3 de agosto de 2013

UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA
IRREVERENTES EN LA DISCUSIÓN, LEALES EN LA ACCIÓN, 
UNIDOS EN EL COMBATE 

Durante la guardia, el vigía que da una información falsa, es traidor 
Durante el enfrentamiento el soldado que duda en disparar y por su causa muere su compañero, igual es traidor. 
Cuando hice la inscripción de mi patrulla para las elecciones de 7 de octubre de 2012, se me proporciono un certificado que además de otras cosas rezaba al pie “Irreverentes en el discurso, leales en la acción, unidos en la batalla” y esta inscripción no solo debe ser una consigna sino que cada palabra tiene sentido, un concepto sobre la conducta a seguir cuando entendemos que estamos construyendo la sociedad socialista en un estado capitalista, y no solo el estado, es que cada ciudadano que tenga por lo menos 30 años de edad, ha sido formado en un sistema que de manera casi perfecta ideologizó nuestras mentes logrando que pensemos en capitalista.
Durante 14 años tuvimos el inmenso honor de ser contemporáneos con el gobierno del hombre más grande de la historia venezolana después de Bolívar, si, sin ningún miedo lo sostengo, la historia de Venezuela se divide indefectiblemente entre antes de Chávez y después de Chávez.
Se avecinan nuevas elecciones de alcaldes y concejales y surgen inconvenientes inherentes al caso, camaradas que no tengo la menor duda de que son personas que creen en este proceso de cambios y que darían la vida por la defensa de la revolución venezolana, chavistas hasta la cacha, piensan que deben presentar diferentes candidatos a los que presenta el gran polo patriótico, error, craso error, la última proclama de nuestro comandante supremo, coincide de manera increíble con la del libertador Simón Bolívar:

“Colombianos, mis últimos votos son por la unidad de la patria…”
                                                                                                              Bolívar

“Unidad, Unidad, Unidad, esta es nuestra divisa”
                                                                                          Chávez

Es además siempre necesario que hagamos un análisis donde nos desprendamos de prejuicios y deseos de ser solo nosotros los dueños de la verdad. Cada vez que llegamos a unas elecciones, nos convertimos en los más grades defensores del proceso revolucionario sin detenernos a pensar que tal situación no es otra cosa que la consecuencia de nuestras acciones y errores. Si camaradas, la necesaria “autocritica”, recapitulemos y busquemos las causas para poder desterrar la enfermedad. “Muerto el perro, se acaba la rabia”

Dos extremos, en tiempos en que no estamos en elecciones, los camaradas que se atreven a realizar críticas constructivas, son atacados como si fueran opositores, sin entender que el discurso que verdaderamente permite que nuestro proceso continúe en crecimiento, es a través de la crítica y la autocrítica, los camaradas dirigentes del partido no son no serán nunca infalibles, es urgente que esto se entienda, no existe la posibilidad de que un dirigente del nuestro glorioso partido sea infalible, todos nos equivocamos y tenemos el deber moral de corregir cuando sea necesario. Este es un extremo y el otro es precisamente cuando vamos a una contienda con nuestros adversarios que nos son ni deben ser nunca internos, son los adecos, los majunches, el imperio.

Entonces concluyo con la siguiente afirmación: 

El militante que trunca la posibilidad de que las bases se pronuncien contra los errores cometidos por dirigentes que con sus acciones favorecen más al oposicionismo que a la revolución, es traidor a la patria y al chavismo. Este, no es mejor que aquel que cuando llegan las elecciones se convierte en divisor y con sus acciones, no hace más que favorecer al oposicionismo al igual que el otro ya mencionado, son traidores los dos.

Durante la guardia, el vigía que da una información falsa, es traidor

Durante el enfrentamiento el soldado que duda en disparar y por su causa muere su compañero, es traidor.

Camaradas, convirtámonos en verdaderos chavistas, cuando sea la hora de ser irreverentes, tomemos nuestra responsabilidad con dignidad y revelémonos en contra de los majunches internos. Y cuando sea el momento de enfrentarnos con los adecos externos, vallamos unidos para la batalla que será siempre victoriosa gracias a nuestra unidad eterna como nuestro comandante.

Camarada: Josué David Rodríguez


Unidad, Lucha, Batalla y Victoria
Chávez vive, la lucha sigue. 



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