acto de guerra
Por: Roberto
Hernández Montoya | Jueves,
04/07/2013 10:48 AM |
Lo de Evo Morales fue un acto de guerra.
¿Qué tal si la soberana Austria no autoriza el aterrizaje?
Portugal, Italia y Francia, que ya no es
la de De Gaulle, son colonias lo suficientemente arrastradas para someterse a
una orden imbécil, pirata, convulsiva y criminal. Si François Hollande actúa
así en Siria ¿qué es una ruindad más? Otro esperpento jurídico del Imperio:
detienen 14 horas a Evo por algo que no hizo pero que hubiera podido haber
hecho y que no es delito: dar asilo. Retorcido juicio de intención. Después
Hollande dijo que al enterarse de que era un avión presidencial dio permiso
para el sobrevuelo. ¿Es un cínico o un bolsa? Es por una duda que tengo. No
olvidar que Europa es un continente ocupado militarmente por los Estados Unidos
desde la Segunda Guerra Mundial. Centellean bases militares gringas por
doquier.
En 1929 la Unión Soviética expulsó a
León Trotsky. Se refugió en Büyükada o Prinkipo, Turquía. Escribió allí el final
de su autobiografía: «El planeta sin visa», porque solo México lo recibió (http://www.marxists.org/espanol/trotsky/1930s/mivida/46.htm).
Igual podría declarar Edward Snowden desde su cautiverio virtual en el
Aeropuerto Sheremétievo de Moscú (esto lo escribo al amanecer del 4 de julio).
Pocos lo acogen y no sé para qué lo quiere la Alemania de Merkel, que
«estudiará» su solicitud. Sigo con dudas.
Snowden es un agente con experiencia. No
debe haber tomado con ligereza la decisión de denunciar el planetario espionaje
de la Dictadura Global sobre tu intimidad. Al parecer aún tiene partituras que
cantar. Son barruntos, aclaro, no sea que ahora la excitable CIA me investigue por
una conjetura intrépida. Es decir, apreciado agente de la CIA que me lees:
Divago que un experimentado investigador no toma decisiones a la ligera, sobre
todo Esa Decisión: el revés de inteligencia más severo del Imperio desde
Watergate y Wikileaks (http://www.aporrea.org/medios/a114568.html).
España ofreció aceptar a Evo a condición
de revisar el avión, como exigió el comandante Arrechera el 12 de abril de 2002
con la Embajada de Cuba. ¿Casualidad? Otra duda que tengo. Luego lo dejó
aterrizar en Canarias, con actitud obsequiosa, según narró Evo. «Lo importante
es que Snowden no va en ese avión, por tanto todo este debate que se ha
producido, pues al final es un poco artificial» (http://www.20minutos.es/noticia/1862071/0/rajoy/avion-evo-morales/snowden/).
Un poco nada más.
¿Tan débil está el Imperio que lo asusta
tanto la deserción e infidencia de un agente? Siguen mis dudas. Porque el
Imperio está dispuesto a un acto de guerra intenso como el asesinato de un jefe
de Estado para recuperar a ese agente. Está nervioso. Se entiende: «EE.UU. no
teme a los informantes, sino a tener una sociedad informada», ha dicho Snowden
(http://www.cubasi.cu/cubasi-noticias-cuba-mundo-ultima-hora/item/18896-snowden-eeuu-no-teme-a-los-informantes-sino-a-tener-una-sociedad-informada).
¿Cómo se echan esa vaina Assange y
Snowden? Más dudas. Porque saben el incalculable lío en que están. Y para
siempre. Hubo desertores anteriores, Philip Agee en 1968, por ejemplo, que pasó
el resto de su vida con ese escaparate al hombro, hasta su fallecimiento en
2008 en Cuba por una úlcera perforada.
Mis conocimientos de espionaje no van
más allá de algunas magníficas novelas de Len Deighton y otras también
buenísimas de otro británico, Ian Fleming, el creador de Bond, James Bond. Las
de Bond son tan divertidas como pésimas para saber de espionaje porque un espía
no corretea en un flamígero Aston Martin con una catira aparatosa. Un espía
real pasa desapercibido. Raro porque Fleming fue espía.
Sigo especulando y que me perdone Samán:
una deserción debe producir un desastre: una task force averigua
o conjetura cuánto sabía el escapado, hay que proteger gente, cambiar rutinas,
manuales. Y lo peor es lo que no se sabe y el agente sí.
Es eso, creo, lo que tiene nerviosilla a
la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). Y si eso le hacen a Evo ¿qué quedará
para ti y para mí? No nos salvamos ni siendo pitiyanquis.
Roberto Hernández Montoya
Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual
presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos"
denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se
transmite por RNV y VTV.